Nunca he sido una estudiante ejemplar. De hecho, llegué a Inglaterra buscando la manera de trabajar en la enseñanza sin tener que aprobar unas oposiciones, como pasaba en España. Me planté allí sin casi idea de inglés (había suspendido en la selectividad) para ayudar a una familia con la crianza bilingüe de sus dos hijos.

Cuando tuve más confianza con el idioma, conseguí una plaza de ayudante de maestra en una Escuela de Primaria e Infantil de Londres.

Fue entonces cuando descubrí los Phonics, las metodologías que se aplican para que los niños ingleses aprendan la fonética de su idioma.

Apliqué en mí misma esas metodologías y, en tres meses, me ofrecieron un puesto de maestra interina. Eso me dio la confianza necesaria para lanzarme a buscar mi propia plaza de maestra, objetivo que cumplí poco después.

Como hispanohablante, también percibo las carencias que esas metodologías tienen para nosotros, ya que están pensadas únicamente para niños que ya son educados en inglés en sus casas.

Soy madre de dos pequeños, los educo en el bilingüismo y aplico en casa los métodos y recursos que sé que funcionan para enseñar Phonics en las aulas. Pero, además, he conseguido adaptarlos y suplir las carencias que tienen las metodologías para los hispanohablantes, creando un sistema totalmente nuevo, que me apasiona y que quiero compartir con todas aquellas personas que, como tú si has llegado hasta aquí, ven la necesidad de una educación bilingüe.

Te invito a que descubras este nuevo método de mi mano. Verás que, antes de lo que esperas, consigues mejorar tu pronunciación y transmitirlo así a tus peques.